Dizëbi, el grafitero de Beasain

Es el grafitero más respetado y admirado de Goierri.

"Empezó como empiezan las cosas interesantes, "Por casualidad. Una noche de juerga se conocen nuevos amigos, resulta que hacen graffitis, tienen un local con revistas especializadas y…", apunta Dizebi. El mundo del graffiti le atrapó. "El graffitero siempre empieza con las letras, graffiti es sencillamente eso, poner el nombre en cualquier espacio". 1998 fue el año de su bautismo e inmersión en el mundo del graffiti. Las letras, sus formas, evoluciones, variantes, crear nuevos tipos… fueron su campo de prácticas. Asegura que necesita explorar nuevos territorios y así se adentró en los retratos. Sus retratos son de un realismo muy expresivo. Busca sobre todo que esas imágenes transmitan fuerza. "A comienzos de los años 90 había graffiteros en Donosti, Bilbao, Gasteiz… pero en Goierri no. Algunos graffiteros hacían mezclas con diferentes sprays para conseguir nuevos colores. La situación hoy día ha evolucionado mucho, hay una oferta de pinturas y de herramientas de trabajo de todas clases".

A la hora de realizar los retratos, se basa siempre en fotografías o imágenes. Cuando ha decidido la pared en la que va a trabajar, primero da una base de pintura blanca. Una vez que se ha secado, empieza a trabajar con los sprays. No cuadricula las imágenes para que le resulte más fácil. "Al comienzo la verdad es que empecé a hacerlo, pero me costaba más trabajo cuadricular la pared que el resto de la obra. Ahora me siento con un poco más de experiencia y seguridad y pinto directamente sobre la pared, aunque sean grandes dimensiones".

A la hora de elegir las imágenes que va a pintar, se fija sobre todo en la fuerza que transmiten, mucho más que en cualquier otro elemento.

Sus trabajos, son recibidos como pequeños acontecimientos en la zona y por lo general se admiran y provocan numerosos comentarios por parte de la gente. Uno de los comentarios más recurrentes es el de saber por qué muchos de los retratos son de personas de raza negra. Dizebi tampoco tiene respuestas concluyentes. "En mis últimos trabajos ya hay personas de raza blanca. Cuando elijo las imágenes busco la fuerza expresiva y sí es cierto que algunas personas de raza negra tienen una expresividad muy potente".

Todavía no tiene muy claro hasta donde puede llegar su talento. "Sí. En mi casa y los amigos me dicen que lo tengo, pero eso no vale. En el graffiti sé más o menos donde estoy, porque veo el trabajo de otros y lo comparo con el mío". Ha descubierto el mundo de la pintura. "Somos primos hermanos", dice y se siente como una esponja, dispuesto a absorberlo todo: las diferentes técnicas y materiales, los artistas, la historia, las tendencias… "Es un territorio inexplorado para mí y necesito probar todas mis posibilidades"."

- Texto: Noticias Gipuzkoa